TENER CARISMA: 10 COMPORTAMIENTOS DE LAS PERSONAS CARISMATICAS

¿Te has preguntado alguna vez por qué hay algunas personas que parecen encantar a los demás con su sola presencia? ¿Has observado que alguien tiene dotes de liderazgo para con todas las personas de su alrededor? ¿Te ha dado alguna vez la impresión de que alguien tiene un halo a su alrededor? ¿Has percibido  el magnetismo que desprenden ciertas personas, que hace que enganchen y conecten rápidamente con los demás? A esto se le llama TENER CARISMA.


Las personas carismáticas tienen una facilidad asombrosa para tratar con la gente, para caer simpáticos, para ser escuchados y seguidos, para liderar cualquier iniciativa.
El carisma engancha a la gente, hace que los demás te sigan, tengan en cuenta tus apreciaciones, te consideren infalible y te tengan en enorme estima. El carisma es un don que abre todas las puertas a quien lo posee, hace que sus opiniones sean las más tenidas en cuenta, le permite ser querido y respetado y considerado una autoridad en aquellos ámbitos en los que se mueva.

¿Y cómo se consigue este don? ¿Se debe nacer con él o se puede conseguir a lo largo de la vida? Probablemente sea una combinación de ambas cosas.

Por una parte, no cabe ninguna duda de que algunas personas nacen con una capacidad innata para producir encanto en las demás. Son personas que tienen una atracción especial, un magnetismo natural, casi mágico, que hace que todo a su alrededor apunte hacia ellos. Aparentemente sin esfuerzo, casi sin proponérselo, son capaces de atraer hacia sí a todos aquellos que le rodean. Han nacido con una estrella, con un don muy muy especial.

¿Significa esto que el resto de las personas no pueden acceder a ese don? NO, en absoluto. Desarrollar el carisma es algo que está al alcance de todos. Obviamente quién haya nacido con ese carácter en su personalidad tiene mucho camino ganado y podrá llegar más lejos más fácilmente. Pero no significa que quién no lo tenga de nacimiento no pueda adquirirlo con el paso del tiempo. Muy al contrario, tener carisma es algo se puede trabajar, es algo que, como cualquier cosa en esta vida, con esfuerzo y dedicación se puede llegar a obtener.

¿Como se pueden desarrollar estas habilidades? Como siempre, la única forma posible es practicar. Sólo la práctica nos hará mostrar una actitud ante la vida de una forma natural en nosotros. ¿Pero qué es lo que hay que practicar? ¿Qué prácticas pueden hacerse para desarrollar el don del carisma y aplicarlo en las situaciones de la vida?

Pues la forma más fácil de alcanzarlo es practicar los comportamientos carismáticos. Hay que analizar los comportamientos carismáticos de las personas e intentar practicarlos en la medida de lo posible.

He aquí una serie de ideas a seguir:

• Procura sonreir de una forma natural. La sonrisa es el medio más directo y eficaz para caer bien a los demás, para empezar la relación con ellos con buen pie, para causar interés en los que nos rodean. Sonriendo de forma natural y sincera habremos empezado a mostrar nuestro carisma a los demás.

• Camina erguido, mirando al frente. Anda de forma cadenciosa, con paso firme pero no acelerado. 

• Mira a los ojos de quien hablas. Las personas carismáticas entablan contacto directo con las otras personas, miran a su interlocutor a los ojos, entre otras cosas porque no tienen nada que ocultar. Mira a los ojos de forma amigable, sin intimidar. Una mirada serena unida a una sonrisa cálida hacen que el carisma se multiplique por mil.

• Escucha atentamente a las personas, antes de hablar. No las interrumpas, deja que hablen, escúchalas con interés. Preocúpate de realmente comprender lo que te quieren decir, procura no perder un detalle de la conversación. Saber escuchar es la regla de oro para ser un buen conversador

• Habla en un tono claro y firme, perceptible por todos, pero sin gritar. El carisma se muestra diciendo las cosas de una forma clara y precisa. NO hace falta repetir las cosas, aunque no tienes problemas en repetirlas si es necesario.

• Muestra seguridad en tí mismo. La seguridad y confianza es una idea clave en las personas carismáticas. Si no tienes seguridad en tí mismo actúa como si la tuvieras. Y no pierdas la oportunidad de desarrollar la seguridad en tí mismo.

• Sé amable pero firme. Trata bien a todo el mundo, pero no dejes que nadie te manipule. Sé asertivo, dí no si quieres decir no, y di sí si quieres decir sí; pero siempre de forma amable, comprensiva, incluso servicial.

• Toma decisiones rápidas, no muestres duda ante los demás. Si tienes que posponer una decisión, si necesitas tiempo para pensarlo , hazlo, dilo claramente "te responderé la semana que viene" pero no muestres dudas en la respuesta. No importa lo seguro que estés sino la imagen de seguridad que des. Incluso para posponer o aplazar un tema, debes hacerlo con seguridad. Usa las técnicas de decisión que consideres oportunas, pero sé firme en la decisión tomada.

• Ten iniciativa. Haz planes, propón ideas, saca nuevos temas de conversación, organiza actividades. Las personas carismáticas tienen dotes de liderazgo, no tengas miedo en llevar la iniciativa. Pero no obligues a nadie a obedecerte, un líder no es un dictador. Acepta propuestas diferentes a las tuyas si las consideras razonables.

• Relaciónate con todo el mundo. Ten una palabra amable para todo el mundo. Escucha a todo el mundo. Comprende a todo el mundo. Comparte con todo el mundo. Disfruta con todo el mundo. Quiere a todo el mundo.

Recuerda que el hecho de aplicar  estas actitudes repetidamente en tu vida te irá acercando al ideal de comportamiento de la gente con carisma; aunque no tengas ese carisma innato, ese don de gentes, tu comportamiento te irá acercando poco a poco cada vez más y más a ese modelo.
Practica estas actitudes siempre que puedas, sólo con mucha práctica lograrás adoptar el comportamiento carismático que andas buscando.